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Cuidar al cuidador

Cuidar al cuidador

El cuidador es aquella persona que tiene bajo su responsabilidad y cuidado familiares o personas con una situación de dependencia, ya sea por encontrarse en la vejez o bien porque hay algún trastorno mental detrás.  Mi post irá dedicado a este último caso: a los cuidadores de familiares con trastorno mental.

Ser cuidador es una acto de amor y generosidad pero que lleva, en la mayoría de los casos, a un desgaste tanto físico como psicológico, pudiendo llegar incluso a una situación mutua de dependencia.

Cuidar es una tarea difícil ya que implica cambios en la esfera personal, familiar, laboral,  en la salud y en el estado de ánimo.

 

Pregunto:

  • ¿Pensáis que vuestro familiar os pide más ayuda de la que necesita?
  • ¿Os sentís realmente estresados al intentar compatibilizar el cuidado del familiar con otras responsabilidades?
  • ¿Se ha visto afectada alguna área de vuestra vida?
  • ¿Pensáis que tendríais que hacer más?.

 

Si habéis respondido afirmativamente a alguna o a todas las preguntas, tendréis que cuidaros más.

A veces, tendemos a sobreproteger a nuestros familiares mermando su capacidad de autonomía y mermando también nuestra energía.

 

Cuidarse implica en estos casos:

  1. Gestionar tareas y tiempos: a veces, algo tan fácil como escribir sobre el papel que se está haciendo día a día y ver si puedo llegar a todo o bien estoy por encima de mis límites; ver también su puedo contar con alguien; priorizar).
  2. Afrontar emociones y creencias (aquellas que no nos ayudan ni nos facilitan el día a día): sentimiento de culpa, reconocer nuestras propias limitaciones y el derecho a estar enfadados o de malhumor; entender que me está pasando). La ansiedad anticipatoria sobre lo que pueda pasar suele estar presente pero hay que basarse en el día a día. Los “Y si…” no nos llevan a ningún lado.
  3. Cuidar la salud física: cómo comemos, salir a caminar, dedicarnos un espacio de tiempo a algo que nos sea gratificante.
  4. Buscar información y recursos de ayuda: a través de Asociaciones, Cruz Roja, Imserso y otras entidades.

Para cuidar , hay que cuidarse primero.

 

Referencias:

  • Córdoba, R. (2010). La brújula del cuidador. Ayuda para familiares y cuidadores. Barcelona: Plataforma.
  • Prieto, V. (2013). La soledad del cuidador. Madrid: La esfera de los libros.
  • Guíes de la Creu Roja.